martes, 25 de septiembre de 2007

Festival de Cine Alemán

Lo mejor del séptimo arte germano



Del 13 al 19 de septiembre se realizó la séptima edición del Festival de Cine Alemán. Durante una semana, las salas del Village Recoleta le brindaron la posibilidad a los espectadores argentinos de ver las mejores producciones del cine alemán, que pisa cada vez más fuerte en la escena mundial.
El alto costo de las entradas no evitó que en los pasillos de las salas de cine se vieran a los típicos estudiantes de cine, a varios alemanes que viven actualmente en suelo argentino y extrañan su idioma, y a argentinos interesados en la cultura germana.
La variada programación proponía cortos, algunos de ellos animados, que eran proyectados antes de algunos de los diez largometrajes que se pudieron ver, y la muestra de Fausto acompañado por música en vivo. De entro lo más destacado se encuentra Maries Lächeln (La sonrisa de Maria), una historia de cinco minutos, sin diálogo, donde la narración se sostiene gracias a la expresión de sus actores. Ambientada en la época del nazismo, en algún pueblo alemán, la pequeña Maria acepta un globo rojo de un artista callejero a cambio de una sonrisa. A raíz de un malentendido, el padre de la ñiña malinterpreta las intenciones del regalo y lo acusa frente a los nazis que patrullaban el pueblo, y que no dudan en pegarle y llevárselo. Años más Maria es una anciana que camina por el centro de una ciudad y ve en la calle a un artista repartiendo globos rojos por una sonrisa. Al acercarse y recibir nuevamente el regalo, ve en el brazo del hombre unos números tatuados con tinta azul.
El cine alemán y el nazismo son una combinación repetida, en la que abundan largas películas bélicas o de historias privadas de personas que fueron víctimas del régimen fascista. El largomentraje Mein Führer (mi líder), de Dani Levy, es nuevamente un film sobre Hitler, pero más parecido al personaje de Chaplin en El gran dictador que bailaba ballet con un globo terráqueo, que a los vistos hasta ahora. Es la construcción satírica de los últimos días de vida del Führer alemán, que está totalmente deprimido en una Berlin densamente destruida. Para prepararlo para un último discurso en diciembre de 1944 que eleve el espíritu de las masas como lo hacía anteriormente, liberan al actor judío alemán Adolf Grünbaum del campo de concentración de Sachsenhausen para que lo ayude a prepararse. La película está llena de escenas divertidas pero que dado el contexto, al espectador le da culpa reírse. Habrá que esperar un año para poder ver nuevamente las innovaciones del cine alemán, ya que en cines locales se suelen estrenar máximo dos películas por año. Además, la poca difusión del festival no ayuda para que el evento sea más masivo, pero la creciente producción de cine alemán y la obtención de un espacio de proyección ya es un gran adelanto para la cultura germana.



-Denise Goldmann-

No hay comentarios: