domingo, 30 de septiembre de 2007

poesía en vivo y en directo


La puerta estaba cerrada. Mala señal. Ya eran las 7 y media y en el nuevo local de la editorial Santiago Arcos en Puan al 400, había unas pocas personas, pispeando los libros en los estantes y mirando la hora, a ver cuando Fabian Casas, Washington Cucurto y compañía (sentados en un sofá y charlando de fútbol) se iban a disponer a empezar a leer los poemas de sus nuevos libros.
A medida que la gente empezó a caer, las botellas de tinto se empezaron a descorchar, Casas tomó el micrófono y le dio la bienvenida a la gente, muchos familiares, amigos y otro montón de curiosos y admiradores.
A falta de sillas, buenas fueron las baldosas y pasó al frente (al micrófono) Santiago Vega, que venía desde el fondo del salón, haciendo marketing en la mesa de Eloísa Cartonera. Vega tomó el micrófono, y entre nervios y algo de verguenza, leyó algunos de los poemas de su nuevo libro "Hatuchay". Por lo que se pudo ver, la línea central de su temática sigue presente, pero con otro enfoque. El próximo fue Juan Desiderio, presentado por Casas como un famoso excéntrico de sus días en la facultad de filosofía y letras. Su lectura fue divertida y amena, y su nuevo libro, editado por Vox, es muy bonito. El siguiente fue Rodolfo Edwards, otro amigo de Casas, correligionario de la 18 Whiskys, una revista que creo que sacó dos números nada más, pero que todos mencionan (creo que para hacer el chiste nomás). Vestido de traje (también creo que fue parte de la producción: Cucurto de camiseta de fútbol, Desiderio disfrazado de hippie viejo y Casas con jean y remera de Kiss), llegó al micrófono y se destacó por su ritmo de lectura, el tono y la onda, por así decirlo. Muy performance, tambien por así decirlo. Y para cerrar, sorprendió con un espantasuegras y desparramándose una bolsa de papel picado encima. Lo del traje era sólo look, parece.
Last but not least, Casas cerró con textos de El hombre del overol, editado este año también por Vox. Lindos textos, que buscan lo trascendental en lo cotidiano, en las experiencias comunes.
Todas las lecturas no duraron mas de media hora, pero la idea (Casas dixit) era tener una oportunidad para encontrarse, charlar, tomarse unos vinitos y comerse un chipá, una sopa paraguaya... (que había en abundancia).
Estuvo Daniel Durand (entre otros) sacando fotos (que no encontré subidas en ningún lado) pero esperemos que en alguna ocasión se una a la troupe de lectores, es alguien para tener en cuenta.
No alarms and no surprises, (parece que a algunos acá no les gustó tanto)pero fue un buen rato, sobre todo para los que odian las lecturas largas, tediosas y aburridas, un poco de aire fresco.

Ana Clara Rivero

viernes, 28 de septiembre de 2007

Cine con Vecinos



Cine con Vecinos nació en Saladillo, justamente como una idea de vecinos que decidieron hacer ficción, crear arte entre ellos como una tarea social, y a la vez un entretenimiento para la gente del barrio.
La iniciativa la tuvo Julio Midú, que a los 18 años comenzó a realizar telenovelas con la actuación de familiares, amigos y vecinos, para llevar sus historias a la televisión local. Luego, se sumó Fabio Junco, y ambos incluyeron la realización de largometrajes pensados para ser difundidos en la televisión por cable de Saladillo. El sueño fue tomando forma, y fue entonces que se reabrió el cine Marconi de Saladillo, para entretener al barrio con películas propias.
Desde hace cuatro años se realiza el Festival de Cine con Vecinos, y este año se llevará a cabo del 20 al 24 de noviembre, en el mismísimo Cine Marconi. Entre el jurado que seleccionará las mas de 40 películas del todo el país que participan este año, estarán Lucía Puenzo, Lorena Muñoz, Fernando Spiner y Aníbal Di Salvo.

-Florencia Gargano-

miércoles, 26 de septiembre de 2007

El niño de barro


Cayetano Santos Godino sea quizás el personaje más llamativo de la historia policial argentina. Tal vez porque tenía sólo 10 años cuando comenzó a torturar hasta matar a nenes (siempre que pudiera lograrlo), simplemente “porque le daba placer hacerlo”.
En 1984 Fiore Godino y Lucía Ruffo llegaron desde Italia a la prometedora Buenos Aires. Los Godino tuvieron cuatro varones y cinco nenas, nueve hijos en total. Cayetano fue el segundo varón de la numerosa familia italiana.
La vida del Petiso orejudo no fue nada fácil. Su padre había contraídos sífilis tiempo antes de que su mujer quedara embarazada, y Cayetano no fue, lo que se podría llamar, un chico sano. Cuando apenas tenía dos años sufrió una enteritis que lo llevó al borde de la muerte muchas veces. Sumado a eso Don Fiore se había vuelto alcohólico y no dudaba en golpear a su mujer y a cualquiera de sus hijos cuando llegaba ebrio a su casa.
El Niño de Barro no hace foco en la vida del petiso orejudo, no busca mostrar la vida detestable que tenía, ni tampoco deja ver el rostro de placer de Cayetano cuando comete los actos más atroces e impensados para un nene de diez años.
La historia se centra en el personaje de Mateo, un nene que puede sentir los actos de Cayetano, e incluso saber quienes son sus víctimas y en dónde se comenten los crímenes. Sin embargo, este poder que puede servir para rescatar a los chicos del asesino, confunde a la policía a quien le será difícil creer en las visiones de Mateo, sin pensarlo como el primer sospechoso de los crímenes.

Ficha técnica:
Título original: El niño de barro
Duración: 105 minutos
Clasificación: apta para mayores de 16
Género: Thriller
Director: Jorge Algora y Eliana Galla
Coproducción España-Argentina
- Florencia Gargano-

martes, 25 de septiembre de 2007

Festival de Cine Alemán

Lo mejor del séptimo arte germano



Del 13 al 19 de septiembre se realizó la séptima edición del Festival de Cine Alemán. Durante una semana, las salas del Village Recoleta le brindaron la posibilidad a los espectadores argentinos de ver las mejores producciones del cine alemán, que pisa cada vez más fuerte en la escena mundial.
El alto costo de las entradas no evitó que en los pasillos de las salas de cine se vieran a los típicos estudiantes de cine, a varios alemanes que viven actualmente en suelo argentino y extrañan su idioma, y a argentinos interesados en la cultura germana.
La variada programación proponía cortos, algunos de ellos animados, que eran proyectados antes de algunos de los diez largometrajes que se pudieron ver, y la muestra de Fausto acompañado por música en vivo. De entro lo más destacado se encuentra Maries Lächeln (La sonrisa de Maria), una historia de cinco minutos, sin diálogo, donde la narración se sostiene gracias a la expresión de sus actores. Ambientada en la época del nazismo, en algún pueblo alemán, la pequeña Maria acepta un globo rojo de un artista callejero a cambio de una sonrisa. A raíz de un malentendido, el padre de la ñiña malinterpreta las intenciones del regalo y lo acusa frente a los nazis que patrullaban el pueblo, y que no dudan en pegarle y llevárselo. Años más Maria es una anciana que camina por el centro de una ciudad y ve en la calle a un artista repartiendo globos rojos por una sonrisa. Al acercarse y recibir nuevamente el regalo, ve en el brazo del hombre unos números tatuados con tinta azul.
El cine alemán y el nazismo son una combinación repetida, en la que abundan largas películas bélicas o de historias privadas de personas que fueron víctimas del régimen fascista. El largomentraje Mein Führer (mi líder), de Dani Levy, es nuevamente un film sobre Hitler, pero más parecido al personaje de Chaplin en El gran dictador que bailaba ballet con un globo terráqueo, que a los vistos hasta ahora. Es la construcción satírica de los últimos días de vida del Führer alemán, que está totalmente deprimido en una Berlin densamente destruida. Para prepararlo para un último discurso en diciembre de 1944 que eleve el espíritu de las masas como lo hacía anteriormente, liberan al actor judío alemán Adolf Grünbaum del campo de concentración de Sachsenhausen para que lo ayude a prepararse. La película está llena de escenas divertidas pero que dado el contexto, al espectador le da culpa reírse. Habrá que esperar un año para poder ver nuevamente las innovaciones del cine alemán, ya que en cines locales se suelen estrenar máximo dos películas por año. Además, la poca difusión del festival no ayuda para que el evento sea más masivo, pero la creciente producción de cine alemán y la obtención de un espacio de proyección ya es un gran adelanto para la cultura germana.



-Denise Goldmann-